Los árboles y plantas en los que crecen el coco, la almendra, la avena y el arroz nos brindan importantes beneficios ya que son elementos imprescindibles en el ciclo del agua presente en nuestro planeta. Contribuyen a su distribución y purificación moviendo el agua del suelo a la atmósfera mediante su proceso de transpiración; nos aportan oxígeno gracias a su fotosíntesis; dotan a la tierra de una gran cantidad de nutrientes; contribuyen a evitar la desertificación y son los principales responsables de la captación del dióxido de carbono, resultante de la perjudicial quema de combustibles fósiles que contribuye al temido cambio climático.